

El famoso supervolcán en el Parque Nacional Americano Yellowstone durante la erupción podría destruir una parte significativa de los Estados Unidos. Es cierto que la última vez que se produjo una gran erupción fue hace 640 mil años, y nadie sabe cuándo tendrá lugar la próxima.
Por lo tanto, cada cambio en la actividad del supervolcán es monitoreado con gran preocupación.

Otro motivo de preocupación fue el de los geólogos, quienes descubrieron que la parte subterránea del supervolcán se ha expandido a un nuevo territorio durante los últimos 20 años.
Las imágenes de satélite tomadas en 1994 ya mostraban un punto pálido en el que casi no quedaban árboles. Los árboles no soportaron el suelo caliente y se secaron. En 2006, el spot continuó con esta tendencia.

Para 2017, esta mancha de color verde pálido se había convertido en una zona completamente muerta, unida por una nueva zona justo al sur.

El tamaño del nuevo lugar es de unas 8 hectáreas, como cuatro campos de fútbol.

Estos cambios aterradores son informados por Caldera Chronicles, que mantiene una vigilancia regular del supervolcán de Yellowstone. Bajo tierra en estas zonas, se forman nuevas áreas con aguas termales o géiseres, de las cuales hay alrededor de 10 mil en todo el parque.

Sin embargo, los expertos ven pocos motivos de preocupación. En su opinión, esta actividad se desarrolla de acuerdo con los supuestos esperados. Sin embargo, Estados Unidos está buscando activamente una forma de protegerse al máximo de la supuesta erupción.
Uno de esos métodos implica perforar un pozo de 10 kilómetros y verter agua en él para aliviar la presión y enfriar el supervolcán. El precio de esta idea es de $ 3.46 mil millones, pero hasta ahora esta es una de las opciones más viables.
Esta figura muestra el área afectada de EE. UU. Durante la supuesta poderosa erupción del supervolcán de Yellowstone.